¿El corazón dice sí, pero el deseo grita ya?

Cuando la interacción amorosa se apoya del deseo visual junto con el magnetismo repentino, el vínculo termina por volverse breve. Demasiado temporal. Igualito que los microondas de cuarto de hotel, que apenas calientan rápido, pero se dañan pronto. Iniciar algo puramente en la apariencia, es como depender del microondas que cruje, funciona sin esperar, eso sí que se funde al rato. Si todo gira en torno al cuerpo, la aventura no resiste ni una tormenta. No es broma. Como el microondas con traumas, que calienta en segundos, pero no dura nada. Una relación basada en atractivo físico, tiene el mismo efecto que un microondas de hotel, que cumple durante segundos, pero no fue hecho para durar. Si acaso la belleza exterior es el centro de el romance, se va al piso pronto. Tal cual pasa con el aparato que chispea, que funcionan como bólido, pero no llegan al desayuno.


¿Y si me lanzo y me equivoco?

Querido lector, meter la pata es parte del camino. No te condenes si apostaste con el corazón completo y terminó siendo solo una clase emocional. Eso lo hemos vivido todos, viendo series rotos por dentro, preguntándonos si fue buena idea decir “te extraño”.

Y lo bonito es que, venga con fuegos artificiales o con silencios largos, cada uno deja su marca, te enseñan cómo seguir, cómo te reconstruyes. A veces, te encuentra solo para sacudirte el corazón, que no estás roto, proyectarte con encanto seductor ilusión.


Reflexión final con aroma a café recién hecho


Desde lo más sincero del ser, no hay un examen exacto para saber si es para siempre o por un rato. Sin embargo, hay pistas. Siente lo que sucede cuando no estás distraído, más allá de la emoción. Si te suma y no te resta, si te abrazas más gracias a ese encuentro, es posible que hayas encontrado algo con alma.

En cambio, si al recordarla, te enreda el corazón, y el deseo está en la piel pero no en lo profundo, quizás estás viviendo un episodio corto pero vibrante.

La paz viene al entender el papel que cada alma vino a representar. No todos vienen con boleto de ida y vuelta. Otros aparecen para recordarte la risa, a perder el miedo al ridículo, o a elegir mejor la próxima vez.

¿Conexión divina o solo química temporal? La respuesta está en tu intuición, y puede que lo encuentres entre esos textos sin respuesta.

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